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Cataratas en perros: síntomas, tratamiento y precio de la cirugía en Chile

  • Writer: Francisco Suárez
    Francisco Suárez
  • 6 hours ago
  • 7 min read

Las cataratas en perros son una patología ocular frecuente que provoca la opacidad del cristalino (la “lente” interna del ojo), impidiendo el paso de la luz y reduciendo la visión de la mascota.


Si los ojos de tu regalón se ven opacos o "lechosos" es posible que sean catartas.


Sin un tratamiento adecuado, su progresión puede causar una pérdida de visión significativa o incluso ceguera completa.


A continuación, entregamos información detallada sobre las cataratas caninas orientada a tutores de mascotas en Chile, incluyendo causas, síntomas, diagnóstico, opciones de tratamiento con precios (como la cirugía de facoemulsificación), pronóstico, cuidados postoperatorios y medidas de prevención.


Un perro con sus ojos blanquecinos. Está siendo sostenido por su dueño.


Causas y factores de riesgo de cataratas en perros


Las cataratas en perros pueden tener distintos orígenes. Entre los factores de riesgo más importantes se encuentran:


  • Predisposición genética (hereditaria): Muchas cataratas tienen un componente genético y pueden aparecer desde edades tempranas en razas predispuestas. Más abajo encontrarás una tabla con algunas de las más comunes en Chile.

  • Edad avanzada (cataratas seniles): El envejecimiento natural es una causa frecuente. A medida que tu perro envejece, el cristalino puede degenerarse y volverse opaco. Estas cataratas suelen aparecer a partir de los 10 años en razas pequeñas, y desde los 6–7 años en razas grandes.

  • Diabetes mellitus: En perros diabéticos, las cataratas pueden aparecer rápidamente y causar ceguera. A veces, son el primer signo de diabetes, por lo que se suele pedir un examen de glucosa al detectarlas.

  • Traumatismos oculares: Golpes fuertes, heridas o traumatismos en el ojo pueden dañar el cristalino y provocar cataratas secundarias. Estas pueden aparecer en un solo ojo y en cualquier perro, tras un accidente.

  • Otras enfermedades oculares: Algunas afecciones como uveítis (inflamación interna del ojo), infecciones graves o patologías crónicas también pueden inducir cataratas secundarias debido a la inflamación y daño sostenido en los tejidos oculares.


Razas predispuestas a cataratas hereditarias (ejemplos comunes en Chile):


  • Cocker Spaniel

  • Poodle (toy, mini, estándar)

  • Husky Siberiano

  • Bichón Frisé

  • Golden Retriever

  • Labrador Retriever

  • Shih Tzu

  • Schnauzer

  • Fox Terrier


Además de estas razas, cualquier perro de edad avanzada o con diabetes mal controlada puede desarrollar cataratas seniles o secundarias. Debido al aumento en la expectativa de vida, hoy es común ver cataratas asociadas a la longevidad incluso en perros mestizos.


En resumen, la genética y la edad son factores clave, pero enfermedades sistémicas —como la diabetes— o traumatismos oculares también pueden provocar la aparición de cataratas.


Síntomas y señales de alerta de cataratas en perros


Identificar a tiempo los signos de cataratas permite buscar atención veterinaria antes de que la visión de tu perro se deteriore significativamente. Estas son algunas señales que podrías notar:


  • Ojo opaco o nublado: Aparece una tonalidad blanquecina, grisácea o azulada detrás de la pupila. El ojo se ve “nublado” o con una mancha blanca en el centro. A veces, el reflejo que antes era negro se torna gris o azulado.

  • Disminución de la visión: Tu perro puede tropezar con objetos, mostrarse más torpe al moverse, dudar al subir o bajar escaleras, o evitar desplazarse en lugares poco iluminados.

  • Cambios en el comportamiento: La visión borrosa puede hacer que se muestre desorientado, temeroso o más dependiente. Algunos perros evitan moverse en la oscuridad o presentan ansiedad al no poder ver bien su entorno.

  • Reflejo anormal en los ojos: Al tomar una foto con flash, podrías notar un brillo distinto en el ojo afectado. También puede haber una respuesta más lenta o ausente de la pupila ante la luz en casos avanzados.


En fases tempranas, las cataratas pueden pasar desapercibidas. Muchos perros se adaptan bien a pérdidas leves de visión, por lo que los signos suelen volverse evidentes solo cuando la opacidad afecta entre un 40% y 50% del cristalino. Por eso, en muchos casos el diagnóstico ocurre cuando la condición ya está avanzada, incluso después de uno o dos años de progresión.


Si notas cambios sutiles como tropiezos inusuales o una mirada vidriosa, es recomendable consultar con tu veterinario antes de que el problema avance.


Diagnóstico de cataratas en perros


El diagnóstico debe hacerlo un médico veterinario, idealmente un especialista en oftalmología veterinaria. El objetivo es confirmar que la pérdida de visión se debe a una catarata, descartar otras patologías y evaluar si tu perro es candidato a cirugía.


Algunas pruebas habituales incluyen:

  • Examen oftalmológico completo: Incluye evaluación con luz, reflejos pupilares y oftalmoscopía para observar el fondo del ojo. Se utiliza lámpara de hendidura para examinar el cristalino.

  • Ecografía ocular: Útil cuando la catarata es muy densa y no permite ver la retina. Ayuda a descartar desprendimientos o anomalías internas.

  • Evaluación de retina y reflejos: Se verifica la funcionalidad de la retina. Si no responde adecuadamente, la cirugía no es viable.

  • Electroretinografía (ERG): En centros especializados, esta prueba mide la actividad de la retina y confirma si está sana antes de operar.

  • Exámenes de laboratorio: Se solicitan para detectar enfermedades asociadas como diabetes y evaluar el estado general del paciente previo a una anestesia.


Estas herramientas permiten confirmar el diagnóstico, determinar la causa y planificar el tratamiento adecuado.


Tratamientos disponibles para cataratas en perros


El tratamiento dependerá del grado de avance y del estado general de tu perro. Es importante saber que actualmente no existe ningún fármaco o colirio capaz de revertir una catarata ya formada. La única forma efectiva de recuperar la visión es mediante cirugía.


Sin embargo, en etapas iniciales o cuando la cirugía no es posible de inmediato, pueden aplicarse algunas medidas como por ejemplo:


  • Colirios y antiinflamatorios tópicos: Se usan para controlar la inflamación ocular asociada a la catarata. No eliminan la opacidad, pero ayudan a prevenir complicaciones como la uveítis.

  • Antioxidantes y suplementos: Algunos productos están formulados para la salud ocular y podrían ralentizar el avance de cataratas incipientes. Su efecto es limitado y no revierten el daño ya presente.

  • Control de enfermedades subyacentes: Si la catarata es secundaria a una condición como la diabetes, es fundamental estabilizar esa enfermedad. Controlar la glucosa con insulina y dieta, por ejemplo, puede prevenir un avance rápido y preparar al paciente para una eventual cirugía.


Estas medidas no curan la catarata ni restauran la visión, pero pueden mejorar el confort ocular y la salud general del ojo. Cuando la catarata está avanzada o afecta significativamente la calidad de vida, la cirugía sigue siendo el tratamiento recomendado.


Cirugía de cataratas en perros (facoemulsifiación)


El tratamiento quirúrgico más efectivo para las cataratas en perros es la facoemulsificación, un procedimiento microquirúrgico adaptado de la oftalmología humana.


Bajo anestesia general, se realiza una pequeña incisión en la córnea y se utiliza un instrumento ultrasónico para fragmentar y aspirar el cristalino opaco. En la mayoría de los casos, se implanta un lente intraocular que reemplaza la función del cristalino natural y permite recuperar el enfoque.


La intervención dura entre 30 y 60 minutos por ojo y la tasa de éxito es alta: en perros sin otras enfermedades oculares, hasta un 95% recupera una visión funcional. Muchos tutores notan mejoras en los primeros días tras la cirugía, aunque la recuperación completa toma algunas semanas y requiere cuidados postoperatorios rigurosos.


La facoemulsificación es un procedimiento especializado que solo se realiza en centros veterinarios con equipamiento y personal capacitado.


Precio estimado de operación de cataratas en Chile


El valor varía según la clínica, el equipo médico, si se trata uno o ambos ojos, y sin incluye otros elementos como exámenes, controles y medicamentos.


En Chile, el costo por ojo puede superar los $600.000 (pesos chilenos), y operar ambos ojos puede implicar una inversión entre $800.000 y $1.500.000 , considerando también medicamentos y controles.


Dado el impacto en la calidad de vida, muchos tutores consideran que la cirugía vale la pena. Te recomendamos cotizar en centros especializados.


Pronóstico y cuidados postoperatorios


El pronóstico tras la cirugía de cataratas en perros es muy favorable. Muchos recuperan parcial o totalmente la visión, vuelven a moverse con confianza y retoman sus rutinas con mejor ánimo. Considera que el éxito también depende de los cuidados postoperatorios y del compromiso del tutor.


Cuidados postoperatorios habituales


  • Collar isabelino: Imprescindible para evitar que tu perro se toque o rasque los ojos operados.

  • Gotas oftálmicas: Deberás aplicar colirios varias veces al día, que incluyen antibióticos, antiinflamatorios y midriáticos, según indicación veterinaria.

  • Reposo: Es clave restringir la actividad física. Se debe evitar que salte, juegue bruscamente o saque la cabeza por la ventana.

  • Controles médicos: Tu oftalmólogo veterinario realizará revisiones periódicas (por ejemplo, a la semana y al mes post cirugía) para monitorear la presión intraocular, la cicatrización y detectar cualquier complicación.


Complicaciones posibles


Aunque poco frecuentes, pueden presentarse uveítis (inflamación intraocular), glaucoma secundario, opacidad de la cápsula posterior, desprendimiento de retina o infecciones (muy raras pero graves). La mayoría de estas condiciones pueden tratarse exitosamente si se detectan a tiempo.


La visión útil suele recuperarse en pocos días, pero la cicatrización completa del ojo tarda cerca de dos meses. Durante este período, el veterinario irá ajustando el tratamiento y levantando restricciones según el avance del paciente.


Seguimiento a largo plazo


Tras el alta, se recomienda mantener controles oftalmológicos regulares cada 6 meses para monitorear el estado del ojo y la lente intraocular. Con un buen manejo, muchos perros disfrutan de varios años más de visión y calidad de vida tras la cirugía.


Prevención y monitoreo de cataratas en perros


Si bien no siempre es posible prevenir las cataratas —especialmente cuando hay factores genéticos o de edad—, sí se pueden tomar medidas para reducir riesgos y detectarlas a tiempo:


  • Chequeos oftalmológicos periódicos: Se recomienda realizar un examen ocular al menos una vez al año, especialmente en perros mayores (desde los 7–8 años) o de razas predispuestas.

  • Control de enfermedades sistémicas: Mantener condiciones como la diabetes bien controladas ayuda a prevenir cataratas rápidas. También es clave tratar a tiempo infecciones o inflamaciones oculares como la uveítis.

  • Nutrición y salud general: Una dieta equilibrada, junto con suplementos recetados por el veterinario, puede contribuir a la salud ocular.

  • Prevención de traumatismos oculares: Usa correa o arnés en paseos, evita que tu perro saque la cabeza por la ventana del auto y supervisa sus juegos.


En resumen

Mantener controles veterinarios regulares y una buena salud general en tu perro es la mejor estrategia para enfrentar las cataratas.


Si forma parte de un grupo de riesgo, permanece atento a señales tempranas y busca orientación profesional. Con monitoreo adecuado y tratamiento oportuno, es posible conservar su calidad de vida e incluso recuperar la visión con cirugía si fuera necesario.


¿Te gustaría consultar con un oftalmólogo veterinaria? En CuidaPet contamos con ese servicio, y puedes agendarlo acá:



 
 
 

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